MARISOL TORNÉ
Las huellas del paisaje que nos muestra son las huellas de nosotras mismas
Sobre mi
Marisol Torné viajó desde niña por diferentes lugares de Andalucía y Madrid, atesorando vivencias y recuerdos de cada territorio. Continúa recorriendo con su cámara diferentes espacios de la geografía y proyectando nuevas aventuras. Autodidacta, ha ampliado su formación fotográfica en la Universidad de Cádiz.
De las nueve exposiciones colectivas en las que ha participado, destacan El pan nuestro de cada día (2010, Brasil, Inglaterra, Italia y España); AlTeRarT (2011, San Fernando, muestra fotográfica homenaje a la Constitución Liberal de 1810); FotoJenia (2016, Jerez); El cuerpo como medida (2016, Universidad Rey Juan Carlos, Fuenlabrada).
Entre 2014 y 2018, presentó cuatro exposiciones individuales dedicadas a su serie Paisajes Humanos. José Luis Sánchez Villanueva comenta “Marisol pinta con las luces y con las sobras, creando un suave contraste porque utiliza como soporte, como lienzo, el cuerpo humano, la sensualidad de su piel convirtiéndolo en un paisaje de pendientes suaves, de ondulaciones, haciendo que la sombra no sea solo sombra sino cabeza, hombro, cuello o espalda y que la luz no sea solo luz sino torso, pecho o vientre de futura vida. Y sobre este paisaje humano vamos descubriendo de forma natural, las diferentes texturas que nos proporcionan arrugas, rizos, tejidos, pliegues, lunares, tatuajes…”.
En 2019, presentó su exposición Silencio Sonoro en los Claustros de Santo Domingo (Jerez). En 2020, llevó parte de esta obra a conocer sus raíces del Parque Natural Los Alcornocales con la exposición La Buena Sombra, en Cortes de la Frontera (Málaga). Mar Verdejo Coto escribió, en el catálogo de la exposición Silencio Sonoro, “Marisol, en su fotografía, va haciendo una abstracción formal de la Naturaleza, aplicando envolventes texturas y proporciones con sus sombras y luces. Analiza el funcionamiento de un ser vivo mostrándonos la cultura sin violencia, amando lo que está creciendo despacio, aprendiendo a vivir en paz con lo que nos rodea. Marisol es biofílica, ama la vida y también lo pequeño con su mirada adiestrada, sensible y atenta. Las huellas del paisaje que nos muestra son las huellas de nosotras mismas”.