ANA PELLÓN

Nací en Málaga y me crie y estudie en Madrid, soy licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid y graduada en Cerámica en la Escuela nacional de cerámica de Madrid también, pero llevo muchos años viviendo en Andalucía, concretamente entre Gaucín y Jerez.
Pertenezco al colectivo ARTGAUCIN.
Para estos encuentros presento trabajos de diferentes formatos, realizados sobre lienzo, cartón o madera, con una técnica mixta muy personal, utilizando distintos materiales, cartones, que trabajo por capas, acrílicos, pigmentos naturales, papel vegetal o de seda para crear transparencias … y en ocasiones tejidos con hilos para potenciar la geometría.
A lo largo de los años mi trabajo ha ido evolucionando hasta un punto intermedio entre lo conceptual y lo expresionista. Desde un principio mi compromiso entre la solidez y la fluidez ha producido una obra analítica, de formas sencillas pero rotundas, en un camino intermedio entre lo conceptual y lo expresionista, con el alma como protagonista, los sentimientos más profundos, los miedos y los deseos. Siempre me ha interesado el alma de las cosas, la que habita en los espacios vacíos y abandonados, los mundos paralelos, lo que no se ve, lo que se intuye, lo intangible.
Me fascinan los paisajes de Cádiz, uno de los lugares más mágicos de mi imaginario, la mezcla de belleza natural y la acción de sus habitantes da como resultado un laberinto fantástico difícil de interpretar. Los mapas de esta zona son al mismo tiempo abstractos y concretos, esto para mí es muy sugerente y me ha ayudado a recrear mi particular visión de las marismas, de estos espacios sin fin ni principio, el cielo y el agua, y el hilo conductor es la geometría y el color, bases fundamentales de mi trabajo
Me gusta trabajar con las texturas y calidades que consigo usando arena de playa y resina. Los colores que utilizo son el ocre, el añil y el verde esmeralda, con estos tres pigmentos creo toda mi gama cromática. Texturas y contraposición de planos de colores para dar vida a mis obras.
Las casas son un motivo recurrente en mi trabajo y en las marismas hay algunas casas salineras, muchas están abandonadas, pero todas tienen un alma en su interior, algo que me atrae y me sugiere. También hay casas flotantes, que representan secretos que aíslan, una soledad placentera que me motiva a buscar algo más.