Gaëtane
Hermans
Reflexiones
La actividad artística: una actividad humana uniendo cuerpo y mente. La actividad artística o el acto creativo se puede dividir en varias etapas como la contemplación, la reflexión y la producción para nombrar las tres principales. Cada una produce en el ser humano que la vive diferentes sensaciones a nivel de cuerpo y mente. Cada una abre una ventana de autoconocimiento.
A nivel del cuerpo se puede vivir experiencias de placer y bienestar utilizando los sentidos sensoriales. Es una manera extraordinaria para disfrutar con las esencias fisiológicas del cuerpo. A nivel mental el acto creativo enfoca al artista en el momento presente y en una nueva apertura mental y sensorial que le invita a contemplar con otra perspectiva su vida, su comprensión del entorno o de sí mismo. Si la obra se revela ser algo interesante a nivel artístico por un conjunto de factores no debemos olvidar que es el fruto visible de un proceso humano no visible pero vivido por el artista. El acto no se dirige a crear una obra maestra, sino a vivir una experiencia personal válida y agradable.
Cada acto creativo produce antes de todo la posibilidad de explorar el mundo que nos rodea, vivir una experiencia físicamente gratificante, centrar nuestra mente en el momento presente y compartir con los demás esta bellísima experiencia. Reconocer un nuevo mundo, una nueva mirada sobre lo que se desarrolla delante.
La obra generada será por un espacio determinado de tiempo la parte visible pero cambiante de unos recuerdos, una vivencia que quedarán para siempre en la memoria corporal y emocional de su productor. En fin pintar, bailar, cantar…cualquier acto creativo ofrece una forma muy bella de unir las capacidades del cuerpo humano con las facultades mentales como la imaginación para expresar en el momento presente sus emociones y sentimientos.
"No es la felicidad que nos hace agradecidos, sino la gratitud que nos hace felices."
Br.David Steindl-Rast.